Este domingo (22 de marzo) en el Ciclo de oración anglicano, oraremos por Hong Kong Sheng Kung Hui, la Iglesia anglicana en Hong Kong, y Macao. El arzobispo de Hong Kong y obispo de la isla de Hong Kong, el arzobispo Paul Kwong, presenta su provincia y sugiere temas para la oración.
En esta temporada de Cuaresma, todo el mundo en Hong Kong está preocupado por el nuevo coronavirus, COVID-19. El virus surgió en Wuhan, China, a fines de diciembre y a finales de enero tuvimos los primeros casos en Hong Kong y Macao. Al escribir estas líneas el virus ya se ha extendido por todo el mundo, con brotes muy graves en Corea, Irán, Italia y China. Oramos por todos los que afectados por el virus, y especialmente por los trabajadores de la salud quienes están expuestos en primera línea.
El número de casos confirmados del virus en Hong Kong y Macao sigue siendo relativamente bajo. Esto se debe al efectivo distanciamiento social promovido por el gobierno de Hong Kong para contener el brote. Como resultado, tanto las oficinas gubernamentales como muchas empresas del país alentaron a las personas a trabajar desde casa, aunque en la actualidad esta política está por finalizar. Nuestras escuelas estarán cerradas hasta después de Pascua.
Nuestras iglesias permanecen abiertas, pero desde mediados de febrero no nos hemos reunido para el culto público. Muchos sacerdotes, personal de la iglesia, maestros y trabajadores de servicios sociales trabajan desde casa, pero los sacerdotes continúan haciendo visitas pastorales. Pedimos sus oraciones por el pueblo de Hong Kong, y por que podamos sobrellevar las dificultades económicas que estamos experimentando debido al declive de los negocios y la industria. Las pequeñas tiendas y negocios locales se han visto especialmente afectados.
Nuestras iglesias han estado contribuyendo con fondos y recursos para ayudar a mitigar los problemas ocasionados por el virus en China continental. Estamos en contacto regular con el Consejo cristiano de China y las agencias gubernamentales que coordinan programas contra el virus. Muchos de nosotros mantenemos contacto con amigos y colegas en la Iglesia china, compartimos nuestras preocupaciones y estamos comprendiendo mejor lo que está sucediendo allí.
Nuestro Consejo de bienestar social Sheng Kung Hui de Hong Kong, que cuenta con cientos de unidades de servicio en Hong Kong y Macao, ha solicitado mascarillas quirúrgicas y suministros de prevención de epidemias para los grupos menos privilegiados de nuestra comunidad, los ancianos, las familias más desfavorecidas y las personas con discapacidad. Individuos, iglesias, organizaciones benéficas y empresas sociales han respondido generosamente a este llamado de “Acto de amor: cinco panes y dos peces.”
A menudo, los cultos en línea en nuestras iglesias están atrayendo a más fieles de los que anteriormente asistían en persona. Se continúa ofreciendo educación teológica y religiosa en línea, y en algunas instancias, mediante tutorías individuales o en grupos pequeños. Estamos siendo testigos de numerosos actos de bondad y gracia como, por ejemplo: un sacerdote que reza con una niña cuyo padre todavía está en Wuhan, una mujer que ofrece una mascarilla a un barrendero que no tenía, o estudiantes que crean un grupo de oración en línea para orar por sus compañeros en el continente.
Hong Kong Sheng Kung Hui continúa participando en actividades regionales e internacionales, a menudo a través de teleconferencias y a veces en persona. Nos estamos haciendo más fuertes gracias a nuestra conexión con la Comunión Anglicana, y sabiendo que las personas en otras iglesias están orando por nosotros. A pesar de todos los desafíos que enfrentamos, agradecemos a Dios porque estamos llamados a la misión en este lugar y en este momento.